jueves, octubre 26, 2006

El Mar

Este es el mar inquieto que me aquieta, calma, y me devuelve la energía. Este es el lugar elegido, para el reencuentro, la paz y el amor.
Estas son las olas que inspiraron a Neruda, que que iluminan los cuadros de muchos pintores, que cobijan los sueños de los enamorados y que nos acogen después de largas jornadas que nos agotan y aplastan en esta inhóspita ciudad en que se ha convertido Santiago.
Isla Negra, cerquita de Santiago, bello, humilde y amistoso, nos espera...

Allá vamos...

jueves, octubre 12, 2006

Cuando Nuestros Viejos Envejecen

Mi papá siempre ha sido un luchador, recto, consecuente, derecho; de izquierda, antes socialista y hoy militante de la vida. Ha recomenzado muchas veces, en el exilio en Italia, luego en Ecuador, para rehacerlo posteriormente en Chile cuando le fue eliminada la L del pasaporte.

No se ha quejado, ha pataleado si, cada vez que se sintió atropellado, envió cartas, reclamó y consiguió lo que buscaba. Recomenzó cada vez, en silencio, de a poco en compañía de mi madre, que siempre lo ha acompañado en cada una de las aventuras que se le han ocurrido (y no son pocas).

Es un hombre al cual siempre las cosas le resultan, no porque tenga suerte, sino porque le pone todo el empeño y tezón del mundo.

Hoy está un poco más debilucho, ha comenzado a quejarse, pero de dolor físico, le han empezado a encontrar algunas debilidades , que aún no tienen nombre, pero que se sospechan difíciles y es complicado verlo más apagado y asustado y por primera vez en la vida dependiendo de los otros. No cree que los hijos estamos orgullosos de poder darle una mano, no se deja cuidar mucho, lo relaciona con la dignidad y la independencia y eso a veces, complica todo.

¡Como sea estaremos con él siempre!

martes, octubre 03, 2006

Que bueno que existes


Cuando tengo que trabajar muy temprano, me despierta, no una sino dos veces, me saluda, me prepara el café para que no me vaya sin desayuno...me mira mientras me arreglo, me pinto, me lavo los dientes...finalmente se despide con una inmensa sonrisa.
- Que te vaya bien mi amor-
Llego a la consulta y me encuentro con un mensaje de más buenos deseos.
No es mi pololo, es mi marido

QUE SUERTE QUE TENGO

Te adoro Negro