viernes, diciembre 22, 2006

Asco

Me permito poner en mi Blog este artículo de Roberto Brodsky que me parece sencillamente necesario leer.

LA HORA DEL ASCO
Por Roberto Brodsky

Son una vergüenza. Dan asco. No exactamente los pinochetistas, de los cuales cabe esperar homenajes y elegías, sino los otros. Da asco la columna de Pato Navia ponderando en el diario La Tercera la obra refundadora de un dictador cuyos delitos de sangre y venalidad han sido ampliamente acreditados por la justicia internacional. Pero también dan asco los panelistas de Tolerancia Cero que se muestran implacables contra la corrupción de medio pelo, pero que evidencian una tolerancia infinita para referirse a Pinochet con eufemismos y pasitos de esgrima. Dan asco los noticieros, la propaganda militar, el kitsch de la dictadura con sus viejos estandartes, recuerdos, anécdotas de cómo nos enriquecimos mientras una parte de la población permanecía en el exilio, en la cárcel, o atemorizada en sus casas. Así cualquiera cambia el país, Navia; lo cambia y se lo roba. Así cualquiera. Qué vergüenza. El especial de La Segunda a cargo de Gonzalo Vial es un asco de principio a fin. Y los foros, con esos panelistas aterrorizados de llamar dictador a un dictador, ladrón al ladrón, terrorista a un promotor del terrorismo de Estado. Con ecuánimes palomas quieren despedir al que los escupió en la cara.

¿A qué le tendrán miedo? ¿A quedarse sin pega? ¿A perder rating? Son una vergüenza. Dan asco los especiales de prensa que El Mercurio y Copesa echaron a la calle para historiar la muerte del militar más sangriento de la historia de Chile, cómplice en los crímenes de sus propios camaradas de armas y quien celebró como un ahorro fiscal el hallazgo de dos y más cadáveres en un mismo ataúd cuando se revelaron las tumbas clandestinas del régimen. ¿No se darán cuenta que al hacerlo entonan loas al sentimiento de venganza? ¿Qué están promoviendo una justificada patada en el culo cuando no un pistoletazo cada vez que vuelven a humillar a esos familiares con sus crónicas de alabanza? No, tienen que llorar para darse cuenta. Y en la Escuela Militar, ¿acaso todavía no saben leer para informarse de que el último comandante en jefe antes de Pinochet fue Carlos Prats, quien voló por los aires con un bombazo digitado desde Chile? Honores de Comandante en Jefe a un gorila golpista es cosa de asco, de vergüenza, pero así es. ¿Qué país escondido revela la muerte de Pinochet? Da pánico prestar atención a la incapacidad ya no política de los dirigentes concertacionistas, sino simplemente cívica para deslindar el bien del mal, como si no existiesen ya esas categorías: matar empata con modernizar, torturar oponentes empata con exportar manzanas, gobernar por el miedo empata con redactar una nueva Constitución.

¿De qué están hablando estos papeluchos del equilibrio? ¿Qué país es éste que da asco leer la prensa, ver la tele, escuchar la radio? ¿Por qué están todos de acuerdo en respetar la memoria penal de un tirano? Qué asco, qué complejo arrastran para dejarle a la historia, es decir a los otros, un juicio condenatorio que los tribunales escamotearon una vez más, tal cómo Carlos Cerda tuvo de el buen criterio de señalar en medio de la opereta funeraria.

Porque se trata de esto, finalmente. Augusto Pinochet falleció el 10 de diciembre en la más absoluta impunidad penal, y sólo Belisario Velasco, vaya por donde, fue capaz de orientar a la opinión pública de manera sintónica con los sentimientos de la gran mayoría, y si no, al menos con los valores que se supone sostienen a una democracia: respeto a las minorías, libertad de expresión, elección libre e informada, transparencia y probidad en el gasto público. Pinochet repitió de curso en todas estas materias de Estado, pero hete aquí que el burro es homenajeado por testarudo. Vaya democracia la que nos legó el cabrón. Un asco, una vergüenza para todos.

Contra lo que puedan pensar quienes todavía están leyendo esta columna, la muerte de Pinochet no me alivia de nada. La pérdida no de vidas, sino de nociones comunes para entenderse o disentir, es irremontable, tal como lo hemos visto en estos días. Nada nos devolverá lo extraviado bajo la bota. Recuerdo a un amigo que perdió a su padre, fusilado en Calama por la Caravana de la Muerte, y me contó su sentimiento de inutilidad cuando Pinochet quedó preso en Londres. Los oponentes festejaban la medida, intercambiaban mails, alentaban la extradición a España, pero él había quedado frío. Ni la horca que colgó a Mussolini salvaba su distancia. Esto puede ser un argumento para las columnas de Hermógenes a favor de la impunidad, pero no importa: se lo regalo como la muerte del sapo. El resarcimiento es un concepto judicial, no humano. Y el tema de Pinochet, que es el tema del odio en Chile, trata de vidas humanas.

Qué quieren: soy nacido el 57, fui educado en una democracia representativa, mi padre era comunista y me llevaba de la mano el año 63 a ver los actos de Frei Montalva para enseñarme a escuchar opiniones distintas a la suya. A los 15 años se acabó la lección. Pertenezco, según una encuesta publicada recientemente en La Tercera, a ese minoritario 20 % de la población que sabe distinguir entre un dictador y un presidente, un militar y un criminal, un hombre que ladra y otro que piensa, un lamebotas y un liberal. Somos minoría en el país, sin duda. Y a mucho orgullo. Presumo que para esa minoría no es la hora de festejar ni de llorar la muerte de Pinochet. Es la hora del asco, de la vergüenza. /

lunes, diciembre 18, 2006

Con una ayudita de las hijas











Bueno, no es que quiera se monotemática, pero el tema de mi viejo, su salud y el mar, han persistido en mi vida durante el último tiempo, ocupándome gran parte de mi tiempo, pero sobretodo agregando a mi vida una importante cuota de dolor.

Siempre pensé que de dolor mi generación sabía bastante, que eramos capaces de mucho agüante, pero otra cosa es cuando se trata de tu viejo. Todo se hace más complejo, lento y grave, todo lo que funciona mal se transforma en catástrofe, todo le que le duele te duele a ti, etc.

Hoy, cuando mi viejo ya está a punto de salir del hospital, cuando ya lo peor pasó, cuando casi todo funcionó, necesito decir que mis hijas fueron fundamentales; siempre presentes, atentas y cuidadosas.


Quiero agradacerles la paciencia, los cuidados, la dedicación, la disposición, la empatía y la contención.

Mi Negro, (antes nombrado en este blogg) en su doble rol de médico y yerno estuvo en todas, siendo para él una situación que le exigía un desdoblamiento nada fácil ante una familia sufriente y que siempre quería saber más.

Mis amigos (as) que estuvieron en todas, los llamados, la compañía, la buena onda. creo que todo se conjugó para que el Willi saliera adelante y podamos seguir disfrutando por un tiempo más de su compañía, sus rabietas, su porfía, pero también de su inmenso amor.


Y el mar cumplió como siempre, nos devolvió la tranquilidad, la serenidad, la templanza y la paz que tanto necesitamos todos.

jueves, octubre 26, 2006

El Mar

Este es el mar inquieto que me aquieta, calma, y me devuelve la energía. Este es el lugar elegido, para el reencuentro, la paz y el amor.
Estas son las olas que inspiraron a Neruda, que que iluminan los cuadros de muchos pintores, que cobijan los sueños de los enamorados y que nos acogen después de largas jornadas que nos agotan y aplastan en esta inhóspita ciudad en que se ha convertido Santiago.
Isla Negra, cerquita de Santiago, bello, humilde y amistoso, nos espera...

Allá vamos...

jueves, octubre 12, 2006

Cuando Nuestros Viejos Envejecen

Mi papá siempre ha sido un luchador, recto, consecuente, derecho; de izquierda, antes socialista y hoy militante de la vida. Ha recomenzado muchas veces, en el exilio en Italia, luego en Ecuador, para rehacerlo posteriormente en Chile cuando le fue eliminada la L del pasaporte.

No se ha quejado, ha pataleado si, cada vez que se sintió atropellado, envió cartas, reclamó y consiguió lo que buscaba. Recomenzó cada vez, en silencio, de a poco en compañía de mi madre, que siempre lo ha acompañado en cada una de las aventuras que se le han ocurrido (y no son pocas).

Es un hombre al cual siempre las cosas le resultan, no porque tenga suerte, sino porque le pone todo el empeño y tezón del mundo.

Hoy está un poco más debilucho, ha comenzado a quejarse, pero de dolor físico, le han empezado a encontrar algunas debilidades , que aún no tienen nombre, pero que se sospechan difíciles y es complicado verlo más apagado y asustado y por primera vez en la vida dependiendo de los otros. No cree que los hijos estamos orgullosos de poder darle una mano, no se deja cuidar mucho, lo relaciona con la dignidad y la independencia y eso a veces, complica todo.

¡Como sea estaremos con él siempre!

martes, octubre 03, 2006

Que bueno que existes


Cuando tengo que trabajar muy temprano, me despierta, no una sino dos veces, me saluda, me prepara el café para que no me vaya sin desayuno...me mira mientras me arreglo, me pinto, me lavo los dientes...finalmente se despide con una inmensa sonrisa.
- Que te vaya bien mi amor-
Llego a la consulta y me encuentro con un mensaje de más buenos deseos.
No es mi pololo, es mi marido

QUE SUERTE QUE TENGO

Te adoro Negro

viernes, septiembre 29, 2006

El Reencuentro después de 20 años

MMi amigo partió a España en 1987, era un amigo importante porque había estado en todas, yo había vuelto a Chile con mi hija de 7 meses y mi pareja en 1979.
Eran tiempos muy difíciles, la confusión , el dolor y el miedo era algo que siempre nos acompañaba; pero él, pese a compartir las mismas aprehensiones y sentimientos siempre tenía el tiempo, el valor y la disposición a estar allí. Para mi fue un hermano (toda mi familia se encontraba fuera de Chile).
Pero tuvo que irse él también, fue un duro golpe aún cuando ya me encontraba más habituada, había tenido otro hijo, y tenía una nueva pareja. En suma, mi vida había cambiado bastante, pero él seguía siendo el mismo, de esos amigos irreemplazables.
Paso el tiempo, vino a Chile en algunas oportunidades, pero no nos encontramos, el reconstruyó su familia por allá, tuvo más hijos y se instaló.
Hace 2 semanas me encontré con la inmensa sorpresa de recibir un mail de él.
Fue como si no hubiese pasado el tiempo, como si nos hubisemos visto ayer...pero tenemos taaanto para hablar y contar.
La relación sigue vigente, estamos más viejos, nuestros hijos ya crecieron, pero los buenos amigos, pese al tiempo, la distancia se mantienen y eso es lo más hermoso.
¡Gracias Tuto!

jueves, septiembre 28, 2006

El trato a la Tercera Edad en los Hospitales Públicos

El martes 26 de Septiembre, me tocó acompañar a mi padre a Valparaíso al Hospital Van Buren, ya que debía hecerse un chequeo para operarse de cataratas; él vive junto a mi madre en Santiago y en El Quisco; habitualmente son ellos quienes hacen todos sus trámites ya que son muy celosos de su autonomía e independencia, pese a tener 79 y 74 años respectivamente. Pero la semana anterior le suspendieron la licencia de conducir a mi padre, producto precisamente de su dolencia a la vista.

Debía presentarse en el Hospital a las 8 A M, cuestión que era algo incómoda considerando que no vive en Valparaíso y que no puede manejar; pero con voluntad las cosa se resolvió; suspendí mi trabajo de ese día, y partimos algo somnolientos a las 5:30 de la madrugada rumbo al puerto.

Obviamente, llegamos antes que la mayoría del personal, no así de los pacientes; la sala espera se encontraba bastante concurrida de personas mayores en espera de ser atendidas, por esas casualidades de la vida, todas habían sido citadas en ayunas...aún cuando muchos de ellos eran diabéticas y esa condición no les permite largos períodos de ayuno (incluido mi padre).

Alrededor de las 8:15 comenzó a llegar el personal y los pacientes comenzaron a inquietarse y mágicamente se organizaron diciendo quien había llegado primero, quién después, etc. la cosa es que en cuestión de minutos estaba todo muy claro sin necesidad de la presencia de nadie especializado.

Para nosotros, los afuerinos, el tema fue algo más complejo ya que como no conocíamos el lugar no sabíamos donde debíamos esperar, al momento de tratar de saber cual era ese lugar 3° piso o 4° piso, comenzó el caos, mi padre no figuraba como paciente,después si; no debía estar en ayunas, debía estar a las 3 de la tarde no a las 8 y luego a las 8 y no a las 3, en fin, lo único claro era que no necesitaba ayuno por lo que mi padre partió raudamente a tomar café y galletas ya que estaba que se desvanecía.

Pasaron algunos minutos y aparece una auxiliar y dice "no hay ningún médico porque se fueron todos al Congreso de Oftalmología en Argentina"...se produjo un silencio eterno, las caras de las personas estaban desencajadas, empezó un murmullo hasta que una señora saca la voz y dice ¿"Cómo es posible que nadie avise por teléfono si a través del teléfono nos citaron"?
- La auxiliar con cara de yo no tengo nada que ver responde -"pregúntele a la gente de estadísticas ellos son los encargados"- las señoras se movían de un lado a otro, murmullos iban y venían, pero nadie se atrevía a defenderse (el promedio de edad allí no era inferior a los 75 años). En un momento aparece una enfermera con su uniforme y con su cara muy sería y dice "¿Acaso ustedes no saben que estamos en Paro? estoy funcionando con un 20% del personal, ¿ustedes saben cuánto gana esta auxiliar; - silencio- yo les digo; un sueldo de hambre...etc. etc". A esas alturas las personas que allí se encontraban ya tenían cara de culpables por el sólo hecho de estar allí.

La mugre se aparecía por todas partes, basura, las murallas sucias, las frazadas de las camillas con agujeros, pero lo más indignante era y será siempre el maltrato.

Pedí el nombre de la enfermera para poner un reclamo, pero me fue negado. Esperé que me bajara un poco la indignación, entré busqué su oficina y le hice saber mi impresión, me acusó de haberla "tuteado" (cuestión intrasendete que hice cuando ella llegó pensando en que era una paciente más ya que se encontraba sin su uniforme y nosotros estabamos pérdidos sin saber donde esperar), y también que pondría un reclamo formal. Me escuchó, se comprometió a revisar la situación particular de mi padre, en relación a las descoordinación existente.

Evidentemente el resto de los ancianos que allí se encontraban fueron haciéndo abandono del lugar uno a uno, decepcionados, tristes y maltratados.

Me parece que un país que no cuida, que no respeta a sus adultos mayores no es un país que se pueda desarrollar y menos crecer.

¿es ese el Chile que queremos?

lunes, septiembre 25, 2006

Desde mi ventana



Hoy ha sido un día especial, Santiago desde la altura de un piso 15 tiene un atardecer donde están prácticamente todas las tonalidades del naranjo,violeta y amarillo...¡un privilegio!
Desde acá no escucho ruidos, salvo a Brahms y sus sonatas de cello. De verdad envidiable momento, parece creado especialmente para despedirme de Patricio Bunster, el balarín, profesor de danza, coreógrafo, actor, hombre comprometido con el arte y su país, consecuente, siempre activo, un hombre que no tenía edad, con movimientos que eran únicos, parecía no tocar el suelo, se deslizaba, levitaba..
en fín un hombre irreemplazable.
Una gran pérdida para Chile, su familia, sus amigos y para nosotros quienes alguna vez fuimos sus alumnos, o lo vimos enseñar, bailar y luchar por sus ideales.

Nos harás falta!!!